Las costuras de Diciembre. Capítulo 4 “El Cemento”.

Seguimos buceando en el taller de Leiva y encontrando los motivos y canciones que han hecho que el disco, Diciembre, suene así. En esta ocasión vamos a dirigir los oídos sobre todo, a los bajos y las baterías que suenan en el disco. Ya sabes que es el propio Leiva el que semanalmente escribe estas redacciones y quién nos sugiere, como ejemplo para su explicación, algunas canciones de otros artistas a los que él admira.

4- El cemento.

Canciones:
“Life´s a gas” de T- Rex. http://youtu.be/ZnHKocHO-JQ
“Mother” de John Lennon. http://youtu.be/eDVkkwl6aJo
“Remedy” de The Black Crowes. http://youtu.be/5qD72NCJSkk

La batería es un tema con el que ya llevo varios discos obsesionado, tratando de lograr el sonido que busco. Podría definirlo como mi gran paranoia. Un sonido seco, generalmente tocado con baterías antiguas ( Ludwig, Slingerland, por ejemplo) quitando el parche de atrás a los timbales, cajas profundas de metal, afinaciones graves. Hemos trabajado mucho la colocación de los micros ya la sala para captar el sonido que andábamos buscando, un sonido que ya apuntábamos con Aviones y que aquí hemos, incluso, mejorado. Disfruto mucho grabando y creando las baterías de los discos. Creo que es el instrumento que mejor sé tocar y con el que mas seguro voy. Un par de temas que explican bien esto de las afinaciones graves, la dinámica y el sonido que ando trabajando últimamente son “Life a gas” de T-Rex y “Mother” de Lennon.
Estos dos temas tienen todo lo que me gusta. Sonidazo, pulso, patrón simple y efectivo. Es Ringo quien defiende “Mother”, genial como aguanta el tema entero sin moverse, sin caerse, sin acelerarse. Es un gentleman tocando. Reivindico a Ringo como uno de los mejores baterías que hay.
Tengo muchos trozos de baterías antiguas, los he ido comprando de segunda mano desde que soy pequeño, últimamente me he hecho con algunas cajas muy buenas. Lo ultimo ha sido una Slingerland del año 63 que compre en Italia y un charles acojonante en Nashville.
La verdad es que tengo mucho equipo antiguo. Además, en el estudio de Juan de Dios, que suelo grabar allí, hay mucha microfonía y mucho aparato bien cuidado vintage.
El bajo, pieza clave, lo disfruto mucho también en las grabaciones. Lanzo el tema y me pongo a improvisar hasta que sale algo. Cuando lo tengo, suelo poner una corbata entre las cuerdas, para matar un poco el sonido y coger empaque sin comerme lo demás. Le da un toque retro. Apagarlo así, nos funciona.
Ya en la mezcla, Carlos Hernández tiende a bajarlo y yo a subirlo. Es una batalla que se repite en cada disco. Suelo ganarla yo… Siempre le digo: “tío, escucha Southern harmony and musical companion de los Black Crowes”, y entonces él me responde: “Lei, son unos hippis de ácido que fusilan a los Faces”. Y la verdad es que tiene razón, pero ¡que súper banda y como suena el bajo en ese disco!